Mitos Comunes sobre los Hogares Geriátricos: 8 Verdades que Debes Saber

Los hogares geriátricos o residencias para adultos mayores suelen ser objeto de muchos mitos que generan miedo o rechazo. Estas ideas erróneas pueden influir en las decisiones familiares y en cómo los adultos mayores perciben esta etapa de sus vidas. Como psicólogo especializado en el bienestar emocional de personas mayores, quiero desmentir algunos de los mitos más comunes y compartir verdades que pueden ayudar a tomar decisiones más informadas.


1. Mito: «Estar en un hogar significa abandono familiar»

Realidad:
Decidir que un ser querido viva en un hogar geriátrico no significa abandono, sino reconocer que en algunos casos es la mejor opción para garantizar cuidado especializado. Muchas familias mantienen una conexión cercana, visitando regularmente y participando activamente en la vida del adulto mayor.


2. Mito: «Los hogares geriátricos son lugares tristes»

Realidad:
La percepción de los hogares como lugares oscuros y deprimentes ha cambiado drásticamente. Hoy en día, muchos hogares geriátricos están diseñados para promover actividades recreativas, sociales y terapéuticas que fomentan el bienestar físico y emocional.


3. Mito: «Los adultos mayores pierden su independencia»

Realidad:
Aunque puede haber apoyo en áreas específicas, muchas residencias fomentan la independencia de los residentes tanto como sea posible. Los adultos mayores pueden participar en actividades, tomar decisiones y mantener rutinas que les permitan sentirse autónomos.


4. Mito: «Solo las personas muy enfermas necesitan un hogar geriátrico»

Realidad:
Los hogares geriátricos no son solo para personas con problemas graves de salud. Muchas veces, los adultos mayores se mudan porque necesitan ayuda con las tareas diarias o porque buscan un entorno seguro y socialmente activo.


5. Mito: «El cuidado en casa siempre es mejor»

Realidad:
Aunque el cuidado en casa puede ser una buena opción para algunas familias, no siempre es viable o suficiente. Los hogares geriátricos cuentan con personal capacitado, atención médica las 24 horas y espacios adaptados para satisfacer las necesidades específicas de los adultos mayores.


6. Mito: «Los adultos mayores no se adaptan a la vida en un hogar geriátrico»

Realidad:
La adaptación puede llevar tiempo, pero muchos residentes se sienten más cómodos al tener compañía, actividades recreativas y atención especializada. Además, un buen acompañamiento psicológico puede facilitar esta transición y ayudarles a ver los beneficios de su nuevo entorno.


7. Mito: «Es demasiado caro y no vale la pena»

Realidad:
Si bien hay hogares con costos elevados, también existen opciones accesibles que ofrecen atención de calidad. Además, el bienestar y la seguridad del adulto mayor son inversiones invaluables. Investigar y comparar opciones es clave para encontrar una residencia adecuada.


8. Mito: «No tendrán una vida social activa»

Realidad:
En un hogar geriátrico, los adultos mayores tienen oportunidades para interactuar con personas de su misma edad, formar nuevas amistades y participar en actividades grupales, algo que puede ser difícil de lograr cuando están en casa y tienen menos interacción social.


Conclusión

Los hogares geriátricos no son un destino final ni una señal de abandono, sino una oportunidad para mejorar la calidad de vida del adulto mayor. Es importante superar los prejuicios y enfocarse en las necesidades específicas y el bienestar emocional de nuestros seres queridos.

Tomar decisiones informadas y considerar el acompañamiento emocional durante esta transición puede marcar una gran diferencia en cómo tanto el adulto mayor como su familia perciben esta etapa.

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